Al parecer las modas no solo se centran en caracteres físicos, ropa y demás complementos que podamos imaginar, sino que también incluye el hecho de someter químicamente a las mujeres para su posterior uso.
Hasta ahora había sido a través de pastillas o comprimidos que vertían en las bebidas de las víctimas sin que éstas se dieran cuenta. Por el momento solo hay conocimiento de sumisiones químicas en mujeres con el objetivo de violarlas, agredirlas y robarles.
No obstante, parece ser que usar las pastillas para este fin ha quedado demodé, y se han actualizado hasta el punto de pasar directamente a inyectar los químicos a través de jeringuillas.
¿Cuál es su modus operandi? Pues aprovechan las aglomeraciones de las discotecas y demás lugares destinados al ocio nocturno para inocular, mediante una inyección o pinchazo, las sustancias químicas que en cuestión de unos minutos producen somnolencia, mareos, amnesia y vértigos, pero también pérdida de conocimiento y pérdida de voluntad.
Hasta el momento no se ha podido detectar qué sustancia es la que inoculan al pinchar a las mujeres, ya que son sustancias que rápidamente se eliminan del cuerpo. Tan solo se pudo identificar la sustancia inyectada en una mujer joven de 13 años de edad en Gijón, cuyos análisis determinaron que se trataba de éxtasis.
El resto de mujeres se sospecha que puedan tratarse de benzodiacepinas, éxtasis líquido o metanfetaminas, causando un efecto inhibidor y anestésico. Sin embargo, y según nos cuenta ElDiario, se necesitarían 5 centímetros cúbicos para anular a una persona, siendo imposible de inocular con un simple pinchazo.
Otra diferencia que encontramos con la sumisión química tradicional es que posteriormente a los pinchazos no se han cometido delitos posteriores.
Entonces… ¿Qué sentido tienen los pinchazos? Aunque todavía se está investigando cuál es el objetivo de todo esto, lo que sí se ha extendido es el miedo. El miedo a ir sola, el miedo a ser violada, el miedo a ser asesinada. Se está convirtiendo en una técnica para ejercer terror sexual sobre las mujeres, sobre todo en el ocio nocturno.
Una vez más, la mujer es sometida a través del miedo.
¿Y qué podemos hacer en caso de sufrir un pinchazo? En la siguiente imagen proporcionada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España tenemos un resumen del protocolo a seguir.
¡No dejemos que el miedo nos detenga!
